La alopecia o caída prematura del cabello es un problema frecuente en Ciudad de México. Afecta más a los varones y tiene múltiples causas. La clave en estos pacientes es definir el tipo concreto de alopecia para buscar un tratamiento adecuado. En muchos casos la mejor solución es el injerto de cabello. Consiste en realizar diferentes técnicas quirúrgicas, encaminadas a ubicar unidades de folículos en las zonas del cuero cabelludo que tienen poca densidad de pelo.
Los folículos pilosos son estructuras que funcionan en ciclos independientes unos de otros. No crecen ni se desprenden de forma sincronizada. Tienen en común tres fases diferenciadas. Primero, una fase de crecimiento del pelo, que dura de 2 a 6 años, aumentando un centímetro al mes aproximadamente. Luego hay una fase de mantenimiento que dura unas 3 semanas, y finalmente una fase de caída que se prolonga por 3 a 4 meses. Diariamente se desprenden en condiciones normales unos 100 cabellos de media. Si se descompensa este proceso natural hablamos de caída excesiva o prematura del cabello (alopecia), la cual en ocasiones se puede minimizar con injerto de cabello.
La alopecia puede tener un origen genético, hormonal, medicamentoso, traumático, cicatricial, o infeccioso. Y puede ser generalizada, o bien localizada. Aparece en zonas del cuero cabelludo o de cualquier otra parte del cuerpo donde existan folículos pilosos (barba, abdomen, etc.). Además, se divide en reversible e irreversible, según se recupere espontáneamente o no tras la eliminación de la causa. Por lo tanto, teniendo en cuenta todas estas variables, se establecen los principales síndromes alopécicos en Dermatología:
- La alopecia androgénica es la más frecuente. Tiene causas genéticas y sucede por acción de la hormona 5-alfa-dihidro-testosterona. Se acompaña de secreción sebácea (seborrea), debido a la misma hormona. En el varón, reduce los folículos pilosos siguiendo una línea que empieza por la frente y los laterales de la cabeza, y avanza hacia atrás por la zona superior (parietal). En cambio, en las mujeres respeta la línea de implantación del cabello y es más difusa, reduciendo la densidad del cabello en toda la cabeza. La alopecia androgénica es una alopecia irreversible, pero de progresión lenta. Estos pacientes son buenos candidatos al injerto de cabello.
- La alopecia areata es una forma de caída del cabello en placas. No se conoce bien su origen. Se ha asociado al estrés, a enfermedades de tipo autoinmune (como el lupus, el vitíligo, problemas tiroideos, anemias…), o incluso a dermatitis atópica. No es cicatricial, así que no destruye el folículo, y por lo tanto es reversible. Un 80% de las placas se recuperan antes de un año. Pero a veces se vuelve más extensa (generalizada) y afecta a todo el cuerpo. En este caso, menos del 10% de los pacientes recuperan el cabello pasado un año.
- La tiña es una infección de la piel, causada por hongos (dermatofitos). Cuando estas infecciones afectan al cuero cabelludo, provocan la rotura y la caída del pelo en zonas bien delimitadas. Aunque el tratamiento médico es efectivo, algunas de ellas pueden dejar una cicatriz donde el pelo no volverá a crecer. Estas cicatrices generan una alopecia localizada irreversible.
- El efluvio telogénico es una alopecia difusa, en la que muchos folículos se sincronizan de forma prematura en la tercera fase. Hay una mayor caída de cabello, que es generalizada y difusa, por lo que se reduce la densidad del pelo. Suele haber un desencadenante medicamentoso que lo provoca (hormonales, anticoagulantes, etc.), entre dos y cuatro meses antes. También se relaciona con déficit de hierro, fiebre, estrés, infecciones graves, o problemas del tiroides.
- El efluvio anagénico es un cuadro parecido al telogénico. Sucede en pacientes que han recibido tratamiento con quimioterapia. Provoca que los folículos pilosos detengan la fase de crecimiento. Es de aparición más rápida, en unas 2 semanas.
- La alopecia cicatricial o traumática, causada por heridas o por atrofia localizada del cuero cabelludo, es irreversible.
Una vez acotado el diagnóstico, si es posible, se procede a un tratamiento medicamentoso y a eliminar la causa que origina la alopecia. Si estas medidas no dan resultado, o si se trata de casos irreversibles, debemos considerar la opción del injerto de cabello. Para prestar el mejor tratamiento posible, individualizado y adaptado a cada paciente, existen varias técnicas actualmente en Ciudad de México. Son procedimientos mínimamente invasivos (no requieren ingreso ni hospitalización) que realizan autoimplantes al mismo paciente. Llevan sus folículos pilosos desde una zona sana (zona donante) a otra zona con folículos afectados (zona receptora).
Las principales técnicas de injerto de cabello que puede ofrecer la mejor clínica hoy en día son:
- En la técnica F.U.T. se extrae una tira de cuero cabelludo sano, de la zona posterior de la cabeza. Se sutura la línea de incisión, y posteriormente se procesa la tira para separar unidades foliculares. Así se pueden implantar al paciente en diferentes puntos donde haya menor densidad de folículos.
- En la técnica F.U.E. se extraen las unidades foliculares directamente del cuero cabelludo, de forma individual. Así, las incisiones son menores. Requiere un rasurado previo de la zona de extracción. Después se injertan en otra zona.
- En la técnica D.H.I. también se realiza la extracción folicular individualizada, así como su implante. Pero utiliza un instrumento especial llamado Implanter, que controla el ángulo, la dirección, y la profundidad de las incisiones. Las unidades foliculares están menos tiempo fuera del cuero cabelludo, y no requiere un rasurado previo de la zona de extracción.
La elección de la técnica concreta dependerá de las características de cada paciente, y del criterio del experto cirujano que lo atienda. El estudio individualizado previo al tratamiento es el paso más importante para tomar esa decisión. El perfil más habitual de consultas en Capilclinic suelen ser varones mayores de 25 años, con algún tipo de calvicie o alopecia hereditaria, que no se beneficien de otros tratamientos. Tras pasar la evaluación inicial y el estudio preoperatorio, el especialista decidirá la zona a tratar y la técnica a emplear.
Los resultados pueden no percibirse de forma inmediata. Los folículos necesitan tiempo hasta que el cabello alcance un grosor adecuado y se haga fuerte. También depende del tipo de pelo (rizado, liso, oscuro…). Los resultados definitivos pueden tardar un año, pero el injerto de cabello es un tratamiento natural, con una respuesta efectiva y duradera. Como los folículos capilares se reemplazan, los que quedan crecen de forma permanente, y son más resistentes a la acción hormonal.
Para poder someterse a estos tratamientos, los pacientes no deben padecer enfermedades cardíacas, diabetes, alergia o problemas con la anestesia empleada, ni problemas de coagulación de la sangre. Además, deben retirar los tratamientos que tomen para frenar la caída del cabello, y no deben fumar. Las precauciones, contraindicaciones, o particularidades concretas de cada tratamiento se las explicará siempre el especialista al que consulte.
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