Hoy en día se nos muestran muchas estrategias para reducir la celulitis. Desde productos dietéticos hasta técnicas de terapia física. Nos ofrecen aparatos que aplican ondas o bien masajes. Se habla de saunas, duchas, lodos, y cosméticos. Pero muchas veces se olvida una modalidad muy sencilla y asequible, como son los ejercicios físicos. Estos ejercicios pueden contribuir a la reducción de la celulitis, al movilizar la grasa acumulada en el cuerpo.
La piel, según la describen los dermatólogos, es el órgano humano más extenso. Es mucho más que una barrera para el exterior. Tiene su propio metabolismo, y se comunica con el resto del cuerpo mediante hormonas y señales químicas.
La celulitis se suele manifestar como una textura parecida a la piel de una naranja. Son zonas donde se acumula grasa bajo la dermis. Las causas principales son una mala circulación sanguínea y la inflamación local mantenida, que provocan una fibrosis. No se debe confundir con el concepto de celulitis infecciosa, la cual consiste en la presencia de bacterias patógenas en la piel, y requiere un tratamiento con antibióticos.
La celulitis grasa o lipodistrofia es un problema muy frecuente, que presentan en mayor o menor grado hasta un 90% de las mujeres después de la pubertad. Varios factores influyen en la presencia de la celulitis. Una mala alimentación, el sedentarismo, o un mal retorno sanguíneo y linfático pueden estar detrás de su aparición. Algunos tipos específicos de lipodistrofia pueden relacionarse con alteraciones hormonales.
Las zonas más frecuentemente afectadas son los glúteos y los muslos, pero puede aparecer en toda la superficie de la piel. El cuerpo humano tiende a almacenar en forma de grasa los materiales que no necesita. Convierte los azúcares que comemos por exceso, y los almacena como lípidos en diferentes zonas y órganos. Este proceso se invierte cuando otros órganos, como por ejemplo los músculos, necesitan quemar energía para realizar sus movimientos. En ese momento se moviliza la grasa almacenada y se utiliza como combustible para esos músculos. Por eso resulta tan importante el ejercicio en el mantenimiento de un cuerpo sano y sin exceso de grasa.
Los principales ejercicios físicos que se aconsejan para reducir la celulitis abarcan principalmente la musculatura de la zona abdominal baja y de la zona más alta de las piernas. Así, por ejemplo, en portales como carmennieto.es proponen hacer series de:
- Abdominales.
- Sentadillas.
- Elevaciones de piernas, en posición sentada u acostada (boca arriba y lateral de cadera).
- Rotaciones laterales y entrecruzamientos de piernas.
- Rutina de cardio tipo burpees.
Al margen de estos ejercicios o repeticiones, también es beneficioso el deporte en general. Caminar, nadar, correr, o la bicicleta (estática o de carretera), son actividades que contribuyen a mejorar el metabolismo del cuerpo y a quemar calorías. Al tener que eliminar grasa, el cuerpo va reduciendo esos depósitos en zonas que no deseamos. Es crucial mantener un peso adecuado para controlar la celulitis.
En casos más graves o intensos, existen alternativas como el láser, la liposucción, o incluso una operación quirúrgica. Pero el objetivo siempre debe ser la contención, antes de llegar a esos extremos. Ser constante con el ejercicio y llevar una vida activa minimizan la necesidad de este tipo de tratamientos.
Puede resultar más cómodo o atractivo eliminar la celulitis con productos cosméticos. O con los aparatos específicos que se promocionan. Pero será una tarea incompleta si no realizamos además ejercicio físico, o si no llevamos una dieta adecuada. Los esfuerzos que hagamos en este otro sentido serán más duraderos. Confiar sólo en los productos que nos vendan, hará que tengamos que invertir dinero continuamente en ellos, y no enfoquemos el problema de forma global.
Añade esto a todos los beneficios del ejercicio físico, y no dudarás en practicar estos ejercicios como complemento a tu estrategia para reducir la celulitis.
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